domingo, 26 de junio de 2016

Con mis uñas lilas.


Recuerdo aquel invierno

cuando mi ventana estaba llena

con las lágrimas del cielo

y hablábamos hasta noche

sobre cuánto tiempo viviríamos juntos.



Recuerdo

de una manera casi reciente

el beso que me diste ése día

cuando te rompí el corazón

y me perdonaste.



Recuerdo

tus manos viajando por mi espalda

aferrándose a mí

para no perderme.



Y es así como voy muriendo sin anuncio.



Porque tengo miedo a olvidarte

como los peces.

Porque me da miedo dejar de ser tuya

cuando ya no quiero que me devuelvas el alma.



Dormir no había sido tan difícil

antes.

Porque no tenía nada de ti

y ahora me quedó todo.



Me quedé sentada una noche

en mi terraza

donde siempre te imaginaba a mi lado,

tú me estabas besando

y yo estaba llorando.



Porque ya se había acabado.



Empecé a escribirte todos los días

porque no podía besarte en las noches.

Empecé a llamarte dormida

porque despierta ya ni me veías.



Busqué un cuaderno

en el que escribí tu nombre

en todas partes

sólo para recordarte como parte de mi poesía.



Y ahora cada noche salgo con las

uñas pintadas

para cuando tomes mi mano

dentro de la oscuridad

tu mundo se llene de colores

como mis manos lo están.



Al mirarte

todos los días de mi vida

algo en mí me dice que te espere

que ya estás cerca

para volver a abrazarme.



Una noche

soñé con una balada hermosa

y tú y yo la bailábamos

suave

despacio

romántico

y perdido.

Y cuando me diste vuelta

me crecieron flores en el pelo

y las arrancaste y las pusiste en un florero.

Y cuando te despediste

se marchitaron

y no me volvieron a crecer flores.



Si hubiese sabido que aquel era nuestro último beso.

No te hubiese dejado ir

y te hubiera amarrado a mí.



Aunque ya lo estaba haciendo

antes de saber que te ibas.



La noche me ataca a las 8:25 pm

y me quedo luchando a las 3:35 am.

Porque aún escucho el ruido de cuando te fuiste

y el ruido de cuando empecé a buscarte.



No dejes de amarme

aunque la lluvia se acabe.

Grietas.

Y si alguna vez me amaste
ya lo dejaste de hacer.
De la manera más fácil
más rápida
y la más callada.

Y nunca me enteré
porque siempre estuve ciega
porque yo sí te amaba
así de idiota
.

El día que te conocí,
conocí mi verdadero camino.
Y el día que te fuiste:
me perdí caminando.

Y no es fácil para mí
mirarte a los ojos y seguir mirando los días juntos.
No me es fácil
vivir días enteros soñando
con que volverás
y tomarás mi mano como antes.

No puedo dejar de creer
que la luz sólo me la brindabas tú
y el cielo se me ponía rosado
contigo a mi lado.

No puedo creer que te has ido
lejos de mi habitación
donde me juraste amor.

Vida mía,
si ahora te vas
tendré que mirarte a través del cielo
y yo sólo quiero encontrarte a mi lado.

Tienes que entender algo, amor:
Si no me detienes tú
yo seguiré corriendo
hasta encontrarte parado esperando que mi mano tome la tuya.

Tienes que saber algo, amor:
puedo estar sin ti.
Pero hay diferencias entre poder y querer hacerlo.

No dejes de amarme todavía,
aún sigue haciendo frío en tu corazón.
Aún sigue lloviendo en mi alma.

Destrózame,
pero hazlo sólo .

lunes, 6 de junio de 2016

Con mis puntas.

Me voy
a bailar a otro corazón
donde quien quiera soportar mis caídas
y no tenga miedo de ayudarme a levantarme.

Me voy
a buscar otras zapatillas que calcen bien
con la probabilidad de quedarme con alguien que me ame.

Voy a seguir bailando
hasta que venga alguien,
me atrape en el aire,
me mire a los ojos
y me haga querer seguir girando.

Amor,
si lees esto
no me estoy despidiendo de ti,
sólo estoy lista para guardarte muy dentro
y que te quedes ahí para siempre.
En silencio.

Nuestro amor fue el correcto
en el tiempo equivocado.

No dejes de creer que fuiste mi luz
al subir a mi escenario
hecho de fotos juntos
en un teatro de recuerdos.

No dejes de creer que siempre fui tu "preciosa"
hasta en mi peor maquillaje.

No dejes de pensar
que lo único que miraba al bailar frente a la lluvia
eran tus ojos achinados
con esas pestañas enredadas como ramas.
Así de hermosas.

No pienses
ni por un segundo
que en mi vida hay alguien
que me haga danzar un
soneto
como tú lo haces.

Aún, bajo la luz de la luna
sigo bailándole a las estrellas
tu canción favorita,
porque ellas te llaman
y te dicen que te estoy amando.

Pronto te irás del todo,
y mis noches ya no olerán a café
y no sabrán tan dulce como tus labios.

Y mis tardes se vaciarán
y sólo me tumbaré en cama
hasta quedar dormida para no sentirte.

Pronto volveré al rincón
donde no sabía de ti
y sabía sobrevivir.
Con la diferencia de que:
ahora sé sobre ti
y no sé sobrevivir.

Y sé que tu amor se acabó,
pronto dejará de doler
pero déjame amarte un poco más...
todavía no es de mañana.